viernes, 11 de julio de 2008

Dios te salve pollo asado...


Después dirán que la iglesia no se moderniza... en la Iglesia de las Nieves de Bogotá han montado un asador de pollos en el baptisterio.
Para anunciarse han pintado parte de la fachada de amarillo y han puesto un cartel luminoso anunciando la venta de pollos asados.

¿Será una nueva forma de buscar feligreses? Podrán ir a misa y salir con la comida hecha.

¿Y esas ceremonias con ese olorcillo rico de pollo....? ¿Y las bodas con ese ambiente enriquecido? ¿Y los bautizos?

Este asador convive en el templo, que es Bién de Interés Cultural, con más de 100 cuadros.

¿Bueno que quereis que os diga?
Temen que pueda haber un incendio que destruya todas las obras de arte, lo que no dicen es que los cuadros deben estar degradandose a toda velocidad por los humos del asador y la grasa, al igual que las paredes y techos.
Si aquí se han quitado las velas votivas tradicionales por el daño que hacía el humo y la carbonilla en retablos, paredes y cuadros, y por el riesgo de incendios imaginaros el daño que puede hacer un asador.
Es una pena.

En la Iglesia dicen que se han visto obligados para sobrevivir, yo creo que podrían haber cobrado entrada, podrían haber montado un museo, podrían haber vendido recuerdos religiosos... creo que hay mil y una posibilidades.
O igual la razón es que al parroco le gusta mucho el pollo...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Querida amiga:

Me encanta su blog, el cual leo día sí día no porque me han dicho que todo lo bueno en exceso hace daño.

Dos: Colombia es un país muy pobre. En España alguien habría puesto dinero (el estado, por ejemplo, o algún ricachón, o la propia Iglesia, o los feligreses, o los oyentes de una radio) para salvar los cuadros, pero ahí un cuadro, por mucho valor que tenga, no tiene ninguna importancia cuando se lo compara con un pollo.

No es un tema eclesiástico, es un tema de pura miseria. En la miseria, el arte desaparece. El arte sólo tiene sentido en la opulencia. En la miseria, lo que importa es comer.

Si uno se estuviera muriendo (literalmente) de frío en un mundo con economía destruída (por ejemplo tras una catástrofe global) y lo único que tuviera para echar a la chimenea fuera un Velázquez, lo echaría, pues en tales circunstancias no sería arte, sino leña.

En cualquier caso, a mí lo que me ha provocado principalmente esta noticia es un hambre que te pasas. ¡Qué buena pinta que tiene el pollo asado de la foto!

Con mi más cordiales saludos,

Oso Cariñoso

PD: Esta Ud muy guapa en la foto.

sandra dijo...

Gracias por su comentario. Me alegro mucho que siga mi blog.
¿No nos conocemos?:-)
Primero quiero puntualizar que doy otras opciones al asadero de pollos igualmente factibles. Además, si estuviera en muy mala posición y me muriera de hambre vendería primero parte de los cuadros,que hay cien y pondría el negocio delante de la iglesia, pudiendo así conservar el patrimonio de Bogotá.
Espero volver a verlo por mi página. ;-)

Mario dijo...

Pues gracias a Dios que no se han comido los cuadros!!!