¿Quién dice que los cinturones de castidad son una cosa del pasado?.
Pues no, aun hay quien los fabrica y quien los compra.
En el pasado se usaban con diferentes funciones, y sí, existían también en versión masculina, para evitar la masturbación.
No creo que la gente que los compra actualmente los use con la misma intención que cuando se inventaron, pero quien sabe, de todas maneras yo os recomiendo que si sois de aquellas personas que lo pierden todo no compreis ninguno, o os puede pasar como el señor que os explicaré a continuación.
Un hombre de Kingston de unos 40 años se puso un cinturón de castidad y después se dio cuenta que no sabía donde estaba la llave.
Cuando llegó su pareja tampoco la tenía.
El problema surgió después de estar buscando todo el día la llave, no podía deshacerse del artilugio, porqué era de titanio y tuvo que ir a los bomberos para que lo ayudarán.
Los bomberos tuvieron que forcejear durante tres cuartos de hora y con tres máquinas diferentes para poder liberarlo.
El dolor era tan intenso que tuvieron que darle oxigeno y casi pierde el conocimiento.
Por eso os aconsejo:
1- No cerreis ningún candado sin tener llave a mano.
2- En el caso de gran afición a estos aparatos buscaros un novio/a cerrajera
jejeje. En todo caso pobre hombre que mal trago.
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1 comentario:
Ya ves... Los cerrajeros en la antigüedad se debían poner las botas... "Ya, Paqui, ya sé que muy guapo no es... ¡Pero es cerrajero!".
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